|
|
Tras diferentes avatares a lo largo de su historia, cambios de nombre, de estructura, composición… el Regimiento de Cazadores de Montaña ‘Arapiles’ nº 62 acabó recalando en el antiguo e histórico castillo de Castellciutat (pedanía de La Seu d’Urgell / La Seo de Urgel, Lérida) situada en, y entre, dos estratégicos promontorios que dominan el camino de acceso. En el tiempo que lo conocimos la mayoría, el regimiento tan solo albergaba un batallón, el ’Alba de Tormes’ XXXV. Posteriormente se le unieron el batallón 'Cataluña' IV (acuartelado en Berga, Barcelona), así como la siempre intrépida y activa Compañía de Esquiadores-Escaladores, situada en el cuartel de Viella (Valle de Arán - Lérida).
Esta unión también acabó deshaciéndose, debido a los cambios y reducción de efectivos militares, especialmente tras la desaparición del Servicio Militar Obligatorio (la mili); el sistema de 'quintas' que, por siglos, fue suministro de nuevas hornadas de reclutas. Los cuarteles fueron vendidos, en buena parte para ver cómo sus instalaciones eran derribadas, o cambiaban de uso a otros más acordes con los tiempos, ya dentro del ámbito civil. Restaurantes, hoteles, viviendas o áridos aparcamientos copan, ahora, los solares que antaño pisaron recias botas al sonido de voces marciales.
Militares profesionales, de complemento o de reemplazo (la mayoría), quienes allí servimos guardamos muchos y hondos recuerdos de unas vivencias que fueron especiales; que nos marcaron. Con distintas motivaciones, allí terminamos recalando y allí residimos una parte de nuestras vidas. Rodeados de inmensos y montañosos horizontes, temperaturas extremas, dura (muy dura) instrucción, coexistencia con mulas (el mejor transporte en la montaña) y un espíritu que nos unió; que nos une, pese al paso de los años.
En recuerdo de esos años de nuestra juventud, de esa camaradería y experiencias, unidos por un propósito común (pese a las diferencias inherentes de cada uno), nace este rincón, punto de encuentro, museo y cuartel virtual. No para intentar detener una página de la historia, sino para recordarla. Arrinconando las malas experiencias, reviviendo las buenas (las muchas buenas).
Amigo arapileño, o compañero de armas que has servido en las Tropas de Montaña de la fiel Infantería, en el destino que fuera, siéntete bienvenido a este tu rincón.
"Atrás quedan los valles,
el odio y el rencor.
Arriba la montaña,
y allí nuestra misión"